Continuamos con el viaje a Egipto. La última vez que me leísteis estábamos en la ciudad de Asuán, concretamente en el pueblo nubio y por último el templo de Philae. Este fue el último día en la ciudad ya que al día siguiente por la tarde nos montamos en el bus con dirección Hurgada, en donde pasaríamos los dos días siguientes.
El trayecto es muy largo ya que prácticamente cruzamos medio país por lo que hacemos escala en Luxor en donde paramos una horilla para dar un paseo y tomar algo en las calles de la ciudad. Aunque el viaje se hace largo y duro ya que son muchas horas de autobús también tiene su encanto, ya que al viajar al nivel de la tierra puedes ir viendo los impresionantes paisajes que tiene este país, además de poder ver como viven realmente sus gentes, ya que es muy distinta la vida en las grandes ciudades en las que todo gira alrededor del turismo a la vida en los pequeños pueblos y aldeas perdidas por este camino, en el que la gente sobrevive con lo mínimo a base de ingenio y sobre todo aguante.
Este día tuvimos toda la mañana de descanso, y la verdad es que aprovechamos precisamente para eso, descansar, ya que el día anterior como os había contado nos habíamos levantado a las 2 de la mañana y hasta cerca de la 1 de la mañana no nos volvimos a acostar. El viaje comenzó sobre las 16:00 y llegamos a Hurgada cerca de las 24:00 de la noche. Si hay que decir que hicimos tres paradas por el camino para tomar algo y descansar, por lo que el camino no se hizo tan pesado. Para que os hagáis una idea, el trayecto creo que ronda los 600 km. Por el camino vimos bastantes cosas interesantes que no podríamos ver de otra forma que no fuera esta, como las casas totalmente hechas con barro y sin tejado, el impresionante contraste entre las orillas del Nilo y el resto del país, los inmensos desiertos que cruzan el país de punta a punta, los camellos salvajes, la gente comiendo alrededor de una hoguera, mil y un detalles curiosos que no podríamos descubrir de otra forma, por lo que si queréis conocer la vida real en el país os lo recomiendo. Aunque es largo y cansado merece la pena.
El dia del viaje llegamos bastante tarde por lo que no pudimos hacer gran cosa. Eso si, nos estaba esperando en la puerta Mojah, el mejor guía que tuve nunca con mucha diferencia (con el que por cierto sigo manteniendo relación, de hecho aún chatee ayer con el, si alguien va a Egipto os paso el mail y que os guíe el, hará de vuestras vacaciones algo inolvidable). Un chico de unos 23 años, superalegre, siempre dispuesto a cualquier cosa y lo mejor es que controlaba de todo. Hasta nos proponía hacer cosas como si fuésemos un amigo mas. Por ejemplo, nos invitó uno de los días a dar una vuelta por la ciudad por la noche y nos invitó incluso a tomar algo en un sitio que ponían zumos naturales. Esto gratis, que no iba incluido en el programa, ni tenia el porque trabajar de noche, ni se lo pedimos nosotros, ni nada. Simplemente le gustaría enseñarnos también la vida nocturna de su ciudad y nos invitó el a todo, no tuvimos que hacer nada nosotros.
Nos acompañó todos los días que estuvimos en Hurgada, incluso a las excursiones que hacíamos fuera del programa. Lo mejor es que lo pasaba tan bien o mejor que nosotros en ellas, lo que te animaba mogollón y hacía que cualquier cosa fuese divertida, haciendo del viaje una experiencia inolvidable.
El primer día que estábamos allí no teníamos nada programado, y como nosotros no somos de estar tirados en la playa le preguntamos si podíamos hacer algo que el nos recomendará. Nos comentó una excursión que os explico ahora en que consiste, que para nosotros fue de lo mejor de este viaje, los pasamos genial y estuvimos todo el día haciendo cosas sin parar ni un solo momento, que a fin de cuentas es lo que buscábamos.
La “excursión” comenzaba al mediodía así que teníamos la mañana libre. Decidimos aprovechar y coger un taxi y visitar un acuario que había muy cerca, en un pueblo llamado El Ghouna, y que además era zona de playas y barreras de coral. Sinceramente nos es nada del otro mundo (comparado con Hurgada por supuesto), en especial el acuario, era tirando de cutre a muy cutre. Ves mas variedad de peces buceando en cualquiera de sus playas que en este acuario, y encima nos quiso timar el taxista, así que si podéis evitar esto hacedlo ;)
Ya al mediodía comenzamos la “excursión”. Consistía en coger unos quads y dar una vuelta con ellos por el desierto. A mi que me encanta todo lo que tenga motor me alucinó. Aquello parecía el Paris Dakart jeje.
Eso sí, después de esto entendimos el porqué del burca. Teníamos que ir totalmente tapados por que sino nos entraba arena por todos lados, además de los quemados que podíamos salir después de estar a pleno sol en medio del desierto. Por poneros un ejemplo, cuando quitamos todo lo que llevábamos tapándonos la cara se nos notaba un cerco marrón de las rendijas por las que podía entrar algo de polvo. Menos mal que íbamos bien protegidos.
Después de una hora aproximadamente, nos montaron en unos todoterrenos y nos llevaron hacia un poblado nómada del desierto.
Por el camino paramos a ver los famosos espejismos, y a bajar una duna enorme corriendo, que por cierto, esta muy bien, parece como si bajaras una montaña rusa pero corriendo tu jeje.
1 Comentarios:
Anónimo dijo...
todo de 10